17 de marzo de 2008

Sve-Méx.


Muchas veces me he preguntado, cómo sería mi retoño sueco-mexicano. A veces sólo fantaseo y justamente dejo que mi cerebrillo, gustos, ideales, sueños, añoranzas, frustraciones o presagios me lleven a conocerle.

Uno nunca sabe del futuro, claro que, en la visión occidental uno genera su futuro a partir de sus acciones, de lo que hace ahora para que repercuta en ese futuro. Yo sólo, como, sospecho, casi todos, busco lo mejor para mí.

Sin embargo, esa pregunta, un poco sue generis, me fue respondida hace unos días. Andaba de carrera en el T-bana y zaz, ahí estaba cómo sería ese retoño. Me gusta.

P.D. Promocional de una compañía de planeación estratégica en tecnologías. El caballito es un símbolo sueco que proviene del área norte central de este país, Dalarna.

13 de marzo de 2008

Rosa

No puedo decir qué color es mi favorito, se me hace una pregunta absoluta, absurda, limitante, entre otras; creo que depende para qué, en qué y cómo para qué. Me explico. Para un auto diría que el negro pasa bien pero de pronto relaciono el blanco con ciertos autos y me gusta más, luego pienso en un auto complejo y me viene a la mente el plateado. Cuál es mi color favorito, o sea, chale, una vez más la burra al trigal. Para prendas pues depende, así, con la moda en la boca diría que los colores que me gustan, así en plural, por que no hay uno en especial, son el negro, el azul, el verde, lavanda, el vino, cafe, rojo, etc, pero muy poco el blanco o el amarillo. ¿Le sigo?. Para una recámara depende de los muebles, la ubicación, etc., así podría describir situaciones.
Qué absurdo y "profundo" tema he escogido para escribir en mi bló pero bueno, es mío y pues me dió la gana de este, ja.
El caso es que, tengo que confesar que el rosa, en principio, alejado de los posibles clichés, y, en segundo con todos los clichés que ello conlleva, me gusta. Siempre traigo algo rosa conmigo, ya mi ropa interior, ya una prenda externa, ya una etiqueta, una pluma, un objeto, siempre traigo algo rosa. Qué divertido, la neta. Lo pienso así que ya ando llegando a mi cumple y me sigo sintiendo como un teenager con locuras en la cabeza.

Este color me ha traido cosas divertidas y más de uno tiene un recuerdo conmigo y dicho color. El mes pasado fue ese mes de amorcillo loco, fue ese mes de rosa y fue ese mes el que me trajo esto. No sólo fue el color, sino, que, a modo de fetiche, si se me permite, fue la intención, chocolates, mi color, la idea, el esfuerzo y un poquito la "pena" de quien me lo dio. Ah, cosa me da comermelos, no sea que se me vayan a acabar.

La segunda foto fue un regalo de navidad que fue una idea genial. Como me hizo reír y aún sigo riéndome.