Desde que he estado en Suecia he buscado espacios en donde pueda tener contacto con los nativos. Las razones son varias, aunque en principio fue por el idioma. Después vinó "junto con pegado" otras circunstancias como comportamiento, valores, códigos de conducta y de comunicación, creencias y pensamientos, entre otras.
Todas estas características me han permitido revisualizarme, reconocerme, aprender y encontrar posibilidades para mejorar como påersona y como persona en sociedad. Veo con más claridad lo que la psique colectiva del mexicano ha hecho en mi psicología personal, cosas buenas pero para desgracia hay más malas.
Al hacer esta retrospección personal me doy cuenta de lo mucho que nos falta hacer como sociedad mexicana. Es frustrante como cosas "tan sencillas y obvias" pueden hacer la diferencia pero quizá por ser tan obvias no reparamos en ellas. Ser honesto por ejemplo permitiría una mayor organización, cooperación y posibilidades de trabajar en equipo. Confiar, no tendríamos corrupción y ese diez por ciento del PIB que se pierde en este proceso podría bien ser empleado para la investigación. Son sólo probaditas de lo que un simple curso o educación en otro lado puede hacerte reflexionar.
Cuando veo que en la escuela aprendemos cómo buscar las oportunidades veo que en México y que muchos de nosotros no hacemos mucho para generar esas oportunidades sino que sólo estamos pasivamente esperando a que nuestra buena cara atraiga algo.
En Suecia se apoya a todo aquel emprendedor. Ejemplo, una chica sueca de 23 años ganó el premio europeo de jóvenes emprendedores del 2008. Luego de una paralisis cerebral que le llevó dos años a estar en cama no le detuvieron para regresar al mundo de la innovación. Creó su propia empresa y sus ganancias han sido fenómenales. Qué se hace en México, seguimos esperando tener maquilas. No hay innovación, no hay nada nuevo, no se genera se espera sólo a que sigamos siendo receptores de todo lo que el mundo quiere hacer. No hay ambiciones y los que las tienen encuentran siempre estadísticas abismales para echar a andar sus sueños. De 132 países, en general, cuando hablamos de estadísticas, andamos siempre por ahí del puesto noventa, sí, noventa ya bien en competitividad, infraestructura, innovación, tecnología, comunicaciones, corrupción, efectividad, facilidad de tramites. A dios gracias que no hay tantos países que juegan fútbol y ello nos permite estar en el lugar 15, sino, imagínense.
Así que pensemos toda la de cosas positivas que tenemos para mejorar. Y así, como diría la Lupé Dále-recio. Hoy voy a cambiar, mejor aún. Hoy yo ya cambié, ¿tú?.