Durante las tardes-noches de entre semana, por lo general, no tengo “mucho que hacer”. Odio y amo la televisión a veces consumo cuanta mierda proyectan; sin embargo, me asusté al saber que el 75% de los suecos usa sus vacaciones para tirarse frente a la “caja idiota”. Zaz, pude ser yo parte de esa estadística. Me resisto. Pero ya cambio de canal y encuentro a Ugly Betty –monísima ella, hacienda heroína a una mexicana que bien podría ser yo, las circunstancias, sólo por las circunstancias-. Me rasco las orejas pensando, qué digo pensando, debatiendo internamente si debo permanecer en ese canal o es mejor tirarle a otro, qué tal boiling point de MTV –probar la tolerancia de la gente ante eventos en los que poco se puede tolerar, morboso, sucio, me grito, pero quién no lo es, lo he mirado-.
Me pongo de pie, me harta pero mi cabecita loca, ella es la loca y no yo, aclaro, no da para más. Como si un dementor hubiese entrado y robado todos mis pensamientos, solo órdenes: revisa tu mail, pero lo he hecho hace un par de horas, qué mierda, obedece. Auch, soy otra estadística, según una que apareció en Metro, durante la semana, señala que siete de cada diez suequitos verifican su e-mail varias veces al día. Vaya, alguien tiene un peso, así me compro una vida y no la vivo en el inbox de mi puto mail.
Ya, para, para, cambia de canal, termina con Betty. Siéntete parte del elenco, siente que llegará ese día en el que se te liberará de tus “problemas”. O mejor aún cambia de canal, sufre un poco con desgracias ajenas y siente que las tuyas no lo son en comparación con ellas, saved, es un buen ejemplo de programa para tu cometido.
Pero qué va, chico reacciona y haz algo.
Decidido me tire de panza y me digné a hojear primero y luego a leer uno de los tantos libros que saqué de la biblioteca.
Me absorbió, lo he leído y me pareció divertido, atrás dejé el hartazgo y encontré algunas “frases” que bien valdrían la pena leerlas detenidamente y en el mejor de los casos hacernos de ellas tan íntimamente como sea posible. No olvides que estás en una “Zona Rosa”.
René Vázquez Díaz (Caibarién, Cuba), vive en Suecia desde 1975. Florina, Ed. Montecinos, España, 2007.
- Y yo me vi doblando el sobre y metiéndomelo en el bolsillo, comprendí que todo hombre lleva dentro de sí un diminuto mercenario[1]. Por cuánto puede uno prostituirse, con el cuerpo, con la mente, con el sexo, sin él, dicen, en boca de las masas, que todos tenemos un precio. ¿Cuál es el tuyo?.
- Porque un mercenario bien comprador –sentenció-, es un poco menos peligroso[2]. Sabia deducción, histórico es.
- ¿Entonces los hombres se olvidan de los besos miserables que reparten por ahí?[3]. Auch, esa no fue pedrada, fue el pedregal entero, malditos hombres, malditos, pero diosito, no nos los quites. Total son productos de desecho. Sé que sonó mucho a Francis from de Neighbourhood, o sea, Paquita la del Barrio. Mejor reír, no.
- Yo me llamo Rosita…. Y ahora sí quiero que hables, porque voy a hacerte la pregunta más importante que jamás le haya hecho a una de esas criaturas desechables que son los hombres[4]. Este sustenta mi previa asunción.
- Yo no creo que enamorarse sea “un concepto”, sino una desgracia. Hay gente cuyos fracasos siempre desembocan en enamoramientos. No se enamoran porque sean capaces de amar, sino porque necesitan salir de una situación difícil y quieren convencerse de que todo lo que antes poseían ya no sirve para nada. Por ejemplo, tú te enamoras para creer que has descubierto una zona hechizada dentro de ti (no dentro del objeto de tu amor) donde todo es glamoroso y pleno de significado[5]. Sentimientos o decisión, actitudes, qué es pues el amor.
- ¿Sabes por qué la vieja es fanática de Carlos V? –preguntó mirando el cuadro-. Porque el hecho de que el emperador se muriese de puro glotón la enseñó a despreciar la comida. Y porque a ella le hubiera gustado ser emperatriz[6]. Si buscabas una receta para la dieta, no vale la pena, es desgastante, mejor recuerda esta frase, jaja.
Siempre he despreciado ese tipo de trampas femeninas manipuladoras: provocar primero, insultar y rejoder, para enseguida replegarse y amelcocharlo a uno con tenues derramamientos de lágrimas[7]. Como sacado del manual de La Perfecta Cabrona.
-Váyanse, porque me voy a desnudar- dije en tono amenazador. –Peores carroñaz hemos visto nosotras- contestó inesperadamente Tomasa…[8]. Jajaja, los hombres presumiendo virilidades, cuando a veces se tiene que cargar al marrano para comerse diez gramos de chorizo.
De verdad que os merecéis que una haga películas porno ”de pésimo empaque”, lo más estúpidas y cochinas que sea posible, para que os masturbéis como mongólicos en la soledad de vuestros rincones…[9]. Sabrina, Sabrina, ahora he encontrado la razón de tu existencia.
Hay dos maneras de alcanzar la felicidad: haciéndose el imbécil, y siéndolo[10]. Ay, me hizo ruido cuando la leí por primera vez pero si hago un tratado o tesis sobre esta simple premisa, creo que terminaría sustentándola.
[1] Florencia, René Vázquez Díaz, p, 17.
[2] Ibídem, p, 17.
[3] Ibídem, p, 20.
[4] Ibídem, p, 27.
[5] Ibídem, p, 61 y 62.
[6] Ibídem, p, 62.
[7] Ibídem, p, 64.
[8] Ibídem, p, 76.
[9] Ibídem, p, 104.
[10] Ibídem, p, 110.
Me pongo de pie, me harta pero mi cabecita loca, ella es la loca y no yo, aclaro, no da para más. Como si un dementor hubiese entrado y robado todos mis pensamientos, solo órdenes: revisa tu mail, pero lo he hecho hace un par de horas, qué mierda, obedece. Auch, soy otra estadística, según una que apareció en Metro, durante la semana, señala que siete de cada diez suequitos verifican su e-mail varias veces al día. Vaya, alguien tiene un peso, así me compro una vida y no la vivo en el inbox de mi puto mail.
Ya, para, para, cambia de canal, termina con Betty. Siéntete parte del elenco, siente que llegará ese día en el que se te liberará de tus “problemas”. O mejor aún cambia de canal, sufre un poco con desgracias ajenas y siente que las tuyas no lo son en comparación con ellas, saved, es un buen ejemplo de programa para tu cometido.
Pero qué va, chico reacciona y haz algo.
Decidido me tire de panza y me digné a hojear primero y luego a leer uno de los tantos libros que saqué de la biblioteca.
Me absorbió, lo he leído y me pareció divertido, atrás dejé el hartazgo y encontré algunas “frases” que bien valdrían la pena leerlas detenidamente y en el mejor de los casos hacernos de ellas tan íntimamente como sea posible. No olvides que estás en una “Zona Rosa”.
René Vázquez Díaz (Caibarién, Cuba), vive en Suecia desde 1975. Florina, Ed. Montecinos, España, 2007.
- Y yo me vi doblando el sobre y metiéndomelo en el bolsillo, comprendí que todo hombre lleva dentro de sí un diminuto mercenario[1]. Por cuánto puede uno prostituirse, con el cuerpo, con la mente, con el sexo, sin él, dicen, en boca de las masas, que todos tenemos un precio. ¿Cuál es el tuyo?.
- Porque un mercenario bien comprador –sentenció-, es un poco menos peligroso[2]. Sabia deducción, histórico es.
- ¿Entonces los hombres se olvidan de los besos miserables que reparten por ahí?[3]. Auch, esa no fue pedrada, fue el pedregal entero, malditos hombres, malditos, pero diosito, no nos los quites. Total son productos de desecho. Sé que sonó mucho a Francis from de Neighbourhood, o sea, Paquita la del Barrio. Mejor reír, no.
- Yo me llamo Rosita…. Y ahora sí quiero que hables, porque voy a hacerte la pregunta más importante que jamás le haya hecho a una de esas criaturas desechables que son los hombres[4]. Este sustenta mi previa asunción.
- Yo no creo que enamorarse sea “un concepto”, sino una desgracia. Hay gente cuyos fracasos siempre desembocan en enamoramientos. No se enamoran porque sean capaces de amar, sino porque necesitan salir de una situación difícil y quieren convencerse de que todo lo que antes poseían ya no sirve para nada. Por ejemplo, tú te enamoras para creer que has descubierto una zona hechizada dentro de ti (no dentro del objeto de tu amor) donde todo es glamoroso y pleno de significado[5]. Sentimientos o decisión, actitudes, qué es pues el amor.
- ¿Sabes por qué la vieja es fanática de Carlos V? –preguntó mirando el cuadro-. Porque el hecho de que el emperador se muriese de puro glotón la enseñó a despreciar la comida. Y porque a ella le hubiera gustado ser emperatriz[6]. Si buscabas una receta para la dieta, no vale la pena, es desgastante, mejor recuerda esta frase, jaja.
Siempre he despreciado ese tipo de trampas femeninas manipuladoras: provocar primero, insultar y rejoder, para enseguida replegarse y amelcocharlo a uno con tenues derramamientos de lágrimas[7]. Como sacado del manual de La Perfecta Cabrona.
-Váyanse, porque me voy a desnudar- dije en tono amenazador. –Peores carroñaz hemos visto nosotras- contestó inesperadamente Tomasa…[8]. Jajaja, los hombres presumiendo virilidades, cuando a veces se tiene que cargar al marrano para comerse diez gramos de chorizo.
De verdad que os merecéis que una haga películas porno ”de pésimo empaque”, lo más estúpidas y cochinas que sea posible, para que os masturbéis como mongólicos en la soledad de vuestros rincones…[9]. Sabrina, Sabrina, ahora he encontrado la razón de tu existencia.
Hay dos maneras de alcanzar la felicidad: haciéndose el imbécil, y siéndolo[10]. Ay, me hizo ruido cuando la leí por primera vez pero si hago un tratado o tesis sobre esta simple premisa, creo que terminaría sustentándola.
[1] Florencia, René Vázquez Díaz, p, 17.
[2] Ibídem, p, 17.
[3] Ibídem, p, 20.
[4] Ibídem, p, 27.
[5] Ibídem, p, 61 y 62.
[6] Ibídem, p, 62.
[7] Ibídem, p, 64.
[8] Ibídem, p, 76.
[9] Ibídem, p, 104.
[10] Ibídem, p, 110.
4 comentarios:
Ni en mil programas como los que tu aburrimiento te obligaba a ver, hubieran aportado la mitad de las frases del libro. Buena opción!
Un abrazo
Me gusta lo que dice sobre el amor y eso de la felicidad,también me suena bastante coherente, jeje
Muy buen post, sigue escribiendo asi, lo haces muy bien!
saludos
No sabes lo extraño que fue leer esto. Según yo estaba leyendo el blog de otra persona (Conny) y me trabé. A mitad del post como que me cayó el veinte y me tranquilicé. Vientos por tomar al toro por los cuernos (sin albur incluido) y decidir aprovechar el día. Aunque con eso de las estadísticas... sabes que el 78.7% de todas las estadísticas son inventadas?
Wow... mira de que cosas se viene a enterar uno. Muy padre post y muchas gracias a Risacu por complementarlo con el dato sobre las estadísticas.
Por cierto comadrita, ya llegué.
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