San lunes...

... dicen que los lunes ni las gallinas ponen. Quizá las "latinas" porque las suecas son bien ponedoras -con albur y sin él, jiji-.

Mucho trabajo he tenido y muchas actividades me demandan por eso no creo que las gallinas no pongan hoy.

En todo caso, alejándome de lo que quiere significar la frase, este día me dieron ganas de hacer muchas más cosas. Se siente bien ser aplicadito, parodiando a mi comadre Eleniux.

He hecho mi tarea de sueco, que es m u c h a, por no decir que por mi parte he hecho más, ya saben para que en la escuela me digan su tan afamada frase: så duktig är du!, hoy me lo llevé chido en el salón de clases, no soy el mejor pero sí el que tiene menos tiempo en Suecia y pues me defiendo con el idioma; también le he puesto al estudio del inglés especializado, pues me preparo para mi GMAT -salvo los últimos sucesos relativos a él, interesados, preguntarme en cortito-; he estado trabajando con algunos pendientes profesionales, escribiendo en español algunos proyectos; aunque suena a que son diferentes cosas tienen el mismo fondo, estudios. No sé por qué pero como me gusta estudiar.

El día se ha completado con una sorpresilla oriunda de Bélgica, mi comadre Gaby me envío un paquetín, un regalo, mal pensados. Mi mexicanita casada con un belga -ya daríamos muchos estar casad@s con un belga y si está pelona, pues mejor, jajaja- se portó chido, no.

Cuando llegó el paquetito pensé con que no sean unos churros -slang para cigarros de mota, aunque unos churros con chocolate frances de El Convento en San Ángel, D.F. o de El Moro, en el Centró Histérico, D.F. no me caerían nada mal- sino, la chota me cae con las manos en la masa y pa´trás, barrabas.

¡Zaz culera!, me dijé cuando ví tremendos dulces de tamarindo, una cartita, un chocolata abuelita y mucho amorcín.

Gaby me hicisté "La loca" más feliz del mundo.

Los San Lunes, nunca volverán a ser iguales.