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Es el resultado que se obtiene del proceso "matemático" en el "mundo de Rodrigo" en un día como ayer. Aunado a un clima que jamás se me hubiera ocurrido experimentar en un día como tal, lluvia, agua-nieve y por último nieve. Una gran diferencia con el soleado, cálido y contaminado defectuoso en el que he celebrado la mayoría de otros tantos procesos matemáticos, más o menos por la misma fecha pero con un año de retrovisión.

Desde hace meses lo planeaba y pensaba en un gran evento, incluso había alguien que lo planeaba así pero las circunstancias lo han pospuesto, quiero pensar. Comenzaba a sentir que no valdría la pena pero recorde esas otras retrovisiones anuales entre ellas las de la Universidad.

Ahí estaban, ellos con sus características particulares, cuatro para ser exactos, uno con tintes de actor-músico, extraño ante mis ojos admirado en mi intelecto; otro, con su visible y audible herencia japonesa, siempre tan sonriente con un toque incluso hasta paternal; el tercero con su irrefutable solemnidad y su gran humanidad; el último, el que me creía muerto, el que me enseñó a ver la vida con un aire provinciano, aún sigue aquí. Me ha dicho que soy bienvenido al periodo de las definiciones. Lo tomo, dije.

Valió la pena. Cuando nada espero lo tengo todo (sic). Así fue. Hoy, aunque me siguen fascinando los regalos físicos, atesoro mas bien frases, consejos, expresiones, cumplidos ... Recibí muchos ayer, de mi madre, de mi hermano, de mi amor, de desconocidos, de aquellos de que no tenían ninguna "obligación" de recordar o de hacer el ejercicio matemático (me alegraron mucho el día).

Regresé varias veces a esos años, ejercité al musculo gris y re-viví otros ayeres los de etapa en el equipo de natación, los años de la Fundación y a mis innumerables amigos que ahí siguen.

Amenazo con retomar ese plan para festejar. Bien por mí. Felicidades a mí. Gracias ST y H.