26 de noviembre de 2008

Yttrandefrihet


El derecho a la libertad de expresión es uno de los derechos humanos más defendidos pero al mismo tiempo uno de los menos respetados en el mundo. Y con esa introducción quiero comentar algunas cosas que me han estado "haciendo ruido" en la cabeza.

La semana pasada estuvo Lydia Cacho en Suecia, participaria en un evento en el que se le reconoceria su activismo por los derechos humanos de entre los cuales destaca la libertad de expresión. Me enteré por mi lectura cotidiana al SVD.

No es para nadie, que sea mexicano, un secreto por lo que esta mujer ha pasado. Nada más y nada menos que enfrentarse al monstruo, el Leviatán, el Estado. En su caso, el derecho a la libertad de expresión se vió reducido por el módico precio de una presidencia. Un gober-precioso que bajo la imagen democrática y del apoyo "institucional" de un presidente electo, -en aquel entonces FCH, hoy presidente, a secas- que con la negociación entre fuerzas políticas y manejo de influencias en instituciones que conforman al Estado mexicano, nombrese La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), resolvieron que no había delito que perseguir en el caso Lydia Cacho.

Quizá unas "bellísimas" y algunas botellas, extras, llegaron a cada uno de los implicados en este caso para comprar su juicio, voto, contribución social y justicia y evitar así el avance en la procuración de justicia en el país. Sabemos que hay algunos detenidos por el caso de pederastia, relativo a este fenómeno, pero no son todos los que estuvieron implicados directa o indirectamente, léase, el gober-precioso, entre otros. Quien por cierto se ha hecho algunas operaciones plásticas para, que, quizá con ello haga honor a su alías.

Casos como estos me hacen pensar en las muchas posibilidades que se tienen para hacer algo pero al mismo tiempo muestra lo vulnerable que estamos al expresar nuestras ideas. Existen cada vez más personas amenazadas de muerte por este simple hecho. Ante ello se me ocurrió que, ya bien que hay naciones que se toman "en serio", más por razones políticas-sociales-económicas" y de real politik que por la originaria premisa, de defender a sus connacionales fuera de sus fronteras sería bueno que muchos de esos mexicanos o personas que luchan por este derecho tengan doble nacionalidad.

No dudo en que ya exista esta alternativa pero creo que sería una buena herramienta para atraer más recursos y fuerzas a sus actividades. Imagínemos a una Lydia Cacho con pasaporte sueco. Si el gobierno sueco es uno de los que más se proclama a favor por la defensa de estos derechos no sería nada malo que si Lydia como ciudadana de éste país recibiera apoyo por su actividad en México como sueca y no como mexicana pues como mexicana ya vimos en que circunstancias quedó su caso. Me parece que al menos habría más presión y más interés.

Y cabe destacar que no es sólo Lydia sino los muchos hombres que mueren en México y en el mundo por expresar sus ideas. Acá en Suecia he conocido compañeros de escuela que buscan asilo en este país justamente por esta premisa. Además, durante esta semana estuvieron presentes en conferencias dos de los hombres más amenazados de muerte que hay en el mundo, Roberto Saviano y Salman Rushdie, dos ejemplos más de lo que sucede en nuestras sociedades. Requerimos de sociólogos. Lo malo es que se minimizan y al leer los reportes de diversas universidades al rededor del mundo son uno de los profesionistas con menor demanda y menor paga.

Pero qué tiene esto que ver conmigo y quizá hasta contigo; pues el mero hecho de expresarse, de decir lo que uno quiera sin temor a ser amenazado; no es que uno sea tan importante para ser tan aprensivo. Sin embargo, la red, internet, muestra la cantidad de posibilidades que uno puede tener para ser leido por aquellos que justamente no quieren a uno.

Hace un mes aproximadamente un chico gay que tiene un blog y escribe para un periódico sueco fue golpeado, bandalizado. Fue perseguido y violentado por personas que no aceptan su libertad de expresión bajo su persona, lo que es, alguien que tiene una vida distinta a ese "resto normal". Violencia, violencia, violencia, odio, odio, odio. Es una nota constante en los periódicos. Será que necesitamos violencia los que no somos violentos para defendernos. Si un clavo saca a otro clavo, la violencia sacará a la violencia.

El 25 de este mes en SVD.se se publicó una nota en la que un grupo de extremistas católicos en Polonia planean un boicot en contra de la compañía internacional sueca de muebles y accesorios domésticos IKEA por haber mostrado "aparentemente" una pareja de hombres. La compañía utiliza slogans bien conocido en Suecia como Längre leva mångfald!!!!!! ¡Viva la diversidad! y Familjelivet förändras! ¡La vida familia se modifica! Qué hay de la libertad de expresión, de ser quién uno es... Será paranoia.... O estas notas son sólo algo coyuntural.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En chilangolandia las cosas no han cambiado, ni lo harán. Cada día es más vergonzozo ver como la gente en nombre de la institucionalidad te impide expresarte con libertad. Yo lo padezco a diario, aunque te diré que he encontrado la manera de que mis ideas salgan, sin que intenten lincharme y decir cuando no estoy de acuerdo.


Saludos
MR.

mangelacosta dijo...

De acuerdo a medias. ¿Qué me dices de los periodistas que hablan y hablan con supuestos? ¿Qué del derecho de réplica que se va a un rincón de los periódicos cuando la difamación fue a Ocho Columnas?
Creo que la libertad de expresión, y eso siempre debe quedar bien claro, debe usarse con responsabilidad.
Abrazos

? dijo...

Lo peor del proceso de libertad de expresion no es tanto el estancarse, si no el ir dando pasos retrogrados. Que tristeza. Te imaginas si esa libertad es violada en paises desarrollados, como sera en paises menos desarrollados?