Por si no te vuelvo a ver

El título dice mucho, lo imaginable y lo inimaginable. Qué, si no te vuelvo a ver, qué. Me dieron ganas de ser poeta por unos minutos y construir enunciados en mi mente.

Por si no te vuelvo a ver, abrázame.

Por si no te vuelvo a ver, bésame.

Por si no te vuelvo a ver, te amo.

Por si no te vuelvo a ver...

... fue la película que el lunes pasado la embajada mexicana en Suecia proyectó para regocijo de propios y extraños de nuestra cultura popular plasmada en los acetatos de plata. (de background, aún recreo en mi mente, aquella rolita grupera: Amor, amor, amor, amor, amor, amor quiero que me vuelvan a mirar tus ojos. Amor, amor, amor amor, amor, amor quiero volver a besar tus labios rojos como no acordarme de ti de que manera olvidarte si todo me recuerda a ti, en todas partes estas tu...-conste que no me late el género pero imposible no ligarle).

El esfuerzo valió la pena, quizá una película vieja, relativamente, pues data de 1997; sin que ello demeritara el esfuerzo. Como preámbulo tuvimos taquitos fritos, salsita verde y roja, así como los respectivos totopos para los frijolitos con queso, yommie; bebida, nada mejor que margaritas, coronas y vino rojo.

Estuvo concurrido el evento prietitos, güeros-fake, güeritos, semigüeritos y todo lo que sirva para ilustrar se vió por ahí.

Uno no puede dejar de tener apreciaciones personales sobre eventos como éste. Las mías, todo muy bien organizado por parte de la embajada. El cuerpo diplomático ameno y nada de pose, quizá la presión jämlikhet sueca los ha aterrizado; desafortunadamente no así para todos los paisanos. Ay, criaturas tropicales; ay nos, que venimos de la aldea. Sobra profundizar en el tema.

El único asegún que yo le ví fue el discurso de la H. embajadora, quien dió la bienvenida en inglés. Por cuestiones diplomáticas entiendo el protocolo, lo sabré yo de sobra. Mi carrera profesional me respalda. Empero, me causó un poco de molestía, vaya, el hablar en inglés presume cierta exclusión para aquel que no lo habla y más si es mexicano; lo mismo podría decirse si hubiese sido en sueco u otra lengua ajena al español. Insisto, conozco el procedimiento diplomático y se supone que primero es el idioma oficial del país, luego viene, por cuestiones diplomáticas el francés y ya después, pero después el inglés. Así que nunca entendí la lógica, en fin.

Eso no me quitó el sabor de boca del buen trato, la disposición y el ambiente.

Yo fui con un amigo, bosnio, que habla un tanto de español. Le invité por varias razones: i) él, gusta del español y aunque siempre me anda chingando la madre que los mexicanos u otros que no sean españoles no hablan español, su idea personal, aunque más bien se la compró a sus profesores ibéricos que eso le han dicho; ii) me harté de los amigos suecos que siempre que les invito a algo que tenga que ver con, con, con, ... -abro un espacio para dar opciones, que tenga que ver conmigo, con México ó con cosas no suecas-, alguna de ellas tiene que ser, pero siempre pregunto, invito, hago maroma y teatro y nada, siempre es un NO, ni siquiera el gracias -aunque a veces me pregunto por qué tendrían que ir-; iii) caso similar se aplica a mi peor es nada, es triste pero me he dado cuenta que casi no compartimos cosas para hacer juntos, a menos que sea estar tirados frente a la tv, computadora o durmiendo por no mencionar que si se comparte algo hay que andar carreréando; iv) mi habilidad para reforzar lazos amistosos con la gente ha mermado, digo, si no fuera así hubiera convencido a varios de ir conmigo.

He optado por hacer lo que me gusta por mi cuenta. Creo que la gente en este país es bastante pero bastante individualista, lo digo como hecho y no como queja, así que, gran parte de lo que hacen gira en torno a esta premisa, ejemplo de ello es la "independencia" con la que vive la gente mayor, sola.

Con mi amiguito, me la pasé rico, bara lagom. Creo que ya estamos demasiado influenciados por la carencia de lenguaje corporal porque nunca supé si le gustó el evento. Lo único que sé es que no quisó ni siquiera probar bocado del que se nos ofreció, rechazando auténtica comida mexicana, o sea, hello, no porque sea mexicana pero auténtica, grrr.

Ahora, creo que necesito un poquito de mi antigüa vida. Necesito a mi hermano y madre comiendo junto a mí y diciendonos lo bueno que está la comida, qué me pregunten, si ellos van a comer o beber algo, que si también quiero.

Que mi amiga Sefa me abrace, así, expotáneamente, que juguemos luchitas; que mis amigos me toquen o que los toque sin que me respondan Don´t, det går inte, orkar inte, jag är en vux, etc.

Cada vez me adapto mucho y no me importan muchísimas, muchísimas cosas, lo hago para hacerles ver que les respeto, me interesa integrarme, etc. pero también yo tengo mi propia escencia y ésta es un poco lo antes descrito, sólo necesito una probadita.

Así que, por si no te vuelvo a ver...