13 de abril de 2009

Kultur berikad


Sí, así podríamos describir a esto de la inmigración a Suecia, "enriquecimiento cultural". Y siendo congruentes con los acontecimientos de la fecha, esto de abrirnos a nuestro prójimo. Nos dimos la aventura de dar un volteón por el Tepito de Estocolmo, Rinkeby; ampliar nuestros horizontes.

El vecindario es un tanto problemático; la mezcla de tantas culturas es como un detonante que junto con la relegación y exclusión social conforman el polvorín que explota de vez en cuando con bandalismo y resentimiento social por parte de sus residentes. Se "dice" que hasta la policía tiene "miedo" de hacerse del lugar. Dígamos que es el barrio bravo de esta ciudad pero por lo mismo representa un punto cultural.

Ante tales argumentos, un día de asueto, un auto funcionando y un galopante ocio, nos dimos a la tarea de apresentarnos en el lugar.

Claro está que no pudimos resistir la tentación de mirar esos cuadros con mucho "oro" y cuadros electrónicos con "hartas" luces que en algunos casos representaban cascadas en movimiento. Los adornos exhuberantes, el exceso de alfombras rojas y otras tantas chucherías, nos dejaron con la boca abierta. Vaya que el gusto se rompe en géneros.

Qué día, señores.

P.S. Después de más d eun año obtuvé un paso que confirma mucho en nuestra relación, gracias ST.

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