16 de octubre de 2006

Lo complejo del idioma español

A veces me pregunto por qué en México no hablamos algún idioma prehispánico; y digo idioma, porque en nuestro querido país la discriminación se deja sentir hasta en esas imprecisiones. Un idioma para ser considerado como tal requiere de escritura, que sea hablado y que contenga reglas gramáticales; en el más sencillo proceso de requerimentos para considerársele como tal. Muchas de esas lenguas prehispánicas poseen éstas características y más.
Recuerdo que mí mormor sabía zapoteco pero nunca les enseñó a mis tíos palabra alguna porque ella misma reconocía que en México, D.F. eso era determinante para salir adelante, hacerse brecha, es decir, español, era lo único que se podía oír y aceptar. Su silencio, quizá, impuesto indirectamente, rompió con toda una tradicional ancestral. Seguramente si reviso más por su raíz genealógica tendría un pasado más puro que la mezcla que hoy soy. Aunque finalmente es mejor saber quién soy ahora que andar por el mundo como muchos espurios sin aceptarle, jaja.
Empero qué cosa es lo que hablamos a los que se nos dice hispanoparlantes. Entiendo que hasta hace poco se le podía denominar español o castellano a la lengua de Cervantes, pero también a la de Rubén Darío, Neruda, Cortázar ú Octavio Paz; sin embargo, por políticas internas en España y la idea nacionalista del Reino se determinó sólo denominar al idioma como español y darle un delete al castellano. Aunque, no sólo eso sufrió cambio, la llegada del país de los conejos a la Unión Europea significó, para éste país y otros tantos, intentonas por modificar los alfabetos.
La nececidad homogeneizante de la europeización gritaba reconsiderar algunas letras muy de la península ibérica; así, descartando de tajo que en otros países de América sobre todo se habla también dicha lengua. Desterrar del alfabeto a la "ch", "ñ", "ll", diérecis "¨" e incluso la "rr". Las presiones externas sufrieron efecto con la "ch" y la "rr", esta última difícil de valorar su importancia pero la "ch" desapareció por un tiempo del alfabeto.
Una lengua no es la idea aldeana de la percepción de la realidad a través del poder, de ese poder como el del presidente mexicano que hace y deshace a su gusto por la vía del decreto; sin embargo sucedió y ante la supuesta reorganiación del alfabeto quedó un vacío. Cómo se pronunciarían entonces año -agno, ano, anio- nada más estupido que intentar arrebatar el alma al cuerpo. El ogocentrismo ibérico respecto al idioma soltó fuertes críticas y cada una de las academías de lengua que existen en América y conforman a la R.E.A. amenazaron con el cisma. El miedo no anda en burro. Hoy se encuentra de nueva cuenta la "ch" y se siguen considerando como parte del idioma a los dígrafos "ll" y "rr" como parte de lo que se habla en la calle. Cuestiones similares vivieron los alemanes y portugueses con sus lenguas.
"Pero en el X Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española, celebrado en 1994, se acordó adoptar el orden alfabético latino universal, en el que la "ch" y la "ll" no se consideran letras independientes. En consecuencia, las palabras que comienzan por estas dos letras, o que las contienen, pasan a alfabetizarse en los lugares que les corresponden dentro de la c y de la l, respectivamente"1. Esta reforma afecta únicamente al proceso de ordenación alfabética de las palabras, no a la composición del abecedario.
Sin embargo, el egocentrismo no termina en estas, hasta cierto punto, imposiciones sobre el resto de los hispanoparlantes. Se dicen que la "venganza" es una plato que debe servirse frío. La fuerte influencia de los hispano-panamericanos ha llevado a la modificación anual del léxico español. Claro está que el país que más influencia ha ejercido en el enriquecimiento del idioma ha sido México. La mezcla del idioma penínsular y la carga cultural prehispánica han surtido efectos en la presencia mundial del idioma. Quizá fue, la venganza sana, si se me permite la analogía, de esos idiomas subyugados, sobre el español. Qué más que palabras como chocolate, jitomate, maíz, México, chamaco, escuincle, chingar, y más han sido arrojadas al universo de las lenguas.
Pero para qué tanto choro con el idioma. Sucede que en una reunión salió a colación un poco de ignorancia, absurdo, ocio y por pasar el rato, pues igual a nadie le importa, qué significaba gringo. La verborrea nos llevo al cierto y falso, jaja. Absurdo. Por eso busqué estos datos. Cultivarme y de paso entender que e desconocer muchos de los orígenes y significados de ciertas palabras que le dan sabor a nuestra cultura lingüística puede ser un pasatiempo en borracheras si sólo quieres tener un pretexto pa´chupar.
La palabra de la discordía fue: GRINGO. Según el diccionario de la RAE es:

gringo, ga.
(Etim. disc.).
1. adj. coloq. Extranjero, especialmente de habla inglesa, y en general hablante de una lengua que no sea la española. U. t. c. s.
2. adj. coloq. Dicho de una lengua: extranjera. U. t. c. s. m.
3. adj. Am. Mer., Cuba, El Salv., Hond. y Nic. estadounidense. Apl. a pers., u. t. c. s.
4. adj. Ur. inglés (ǁ natural de Inglaterra). U. t. c. s.
5. adj. Ur. ruso (ǁ natural de Rusia). U. t. c. s.
6. m. y f. Bol., Hond., Nic. y Perú. Persona rubia y de tez blanca.
7. m. coloq. Lenguaje ininteligible.
Siete acepciones y obvio, cada una con carga significativa diferente. Pero por puro morbo, más, busqué las posibles explicaciones de tan variado significado y hallé:
i) La palabra "gringo", o lo más parecida a esta, aunque no se asegura, aparece escrita en España en el siglo XVIII, compilado por el padre Esteban de Terreros y Pando, explica que la palabra es usada para referirse a extranjeros que tienen dificultad para hablar castellano con naturalidad. Se dice que "gringo" es posiblemente una deformación de la palabra "griego".
ii) Se dice que la palabra "gringo" viene de la lucha entre mexicanos y estadounidenses. La primera dice que durante la guerra mexico-americana (1845-1847) los soldados norteamericanos que invadieron México cantaban una canción llamada "Verdes crecen las lilas", en inglés: "Green grow the lilacs", y que de allí proviene la palabra gringo como una deformación de esta oración.
iii) Otra versión indica que los batallones de EUA se identificaban por colores, así existían el batallón blue, el red, el green, etc. En el campo de batalla, el comandante del batallón verde gritaba: "Green go", "green go", exigiendo a su batallón que avanzara. Los mexicanos imitaron burlonamente el grito del comandante y le dieron el sobrenombre de "gringo" a sus enemigos.
iv) Una idea más señala que los soldados de EUA usaban uniformes verdes; cuando llegaron a México, los mexicanos les gritaban: "Green go home". Se dice que esta versión es poco probable ya que los uniformes de los EUA de los tiempos de antes eran azules y celestes, no verdes; sin embargo, pintutas de la época ilustran un verde olivo en uniformes. Contradición, no.
v) Se dice también que un administrador de las compañías bananeras centroamericanas, se apellidaba Green. Los obreros reprobaban sus rigurosos métodos de trabajo y en un conflicto laboral le gritaban "Green, go home". Otro relato adjudica un relato similar, a los obreros mexicanos de las compañías petroleras.
vi) En Sudamérica, concretamente en Perú se le dice "gringo" a las personas de pelo rubio.
vii) En Uruguay en la época de los gauchos (cowboys suramericanos), se dice que los gringos recién llegados a Argentina, Brasil y Uruguay, llegaban con poco dinero a las pulperías (almacenes de todo tipo) bar, despensa, etc, pidiendo algo para tomar, obviamente gratis; lo cual no gustaba a los dueños de los locales porque se quedaban y molestaban a los clientes por lo cual les negaban la bebida y ellos prometían: "Drink'go", es decir: "Tomo y me voy". La deformación de la frase dió lugar a la palabra "gringo".
viii) En la antigua y tan conocida huelga de Cananea (1906) los mineros querían mejores condiciones laborales y en grito de protesta gritaban a los dueños de la empresa "¡¡GREEN GO!!", Green era el apellido de los dueños. Desde entonces.. el modismo y la ignorancia transformó de "Green Go" a "gringo".
Tanto debraye los puede aburrir. Usté qué opina.
1. Real Academia Española. Dudas y respuestas. Madrid, 2005. pp. 236.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me interesó lo que escribiste. Pero, ¿cuál es tu conclusión? ¿No crees que todos los idiomas se han ido filtrando y que en realidad esa disputa entre el español "castizo" y el español "americano" ya fue traspasada por la realidad?
Te mando besos.